Presentación

Con este blog intentaremos disfrutar de nuestra ciudad y compartir nuestras experiencias.
También lo utilizaremos, para valorar el esfuerzo de los alumnos que participen activamente.

sábado, 17 de noviembre de 2012

Calles de Madrid
 
Las calles de madrid from mariagloria443


En este vídeo puedes ver algunos de los lugares más representativos de Madrid. 
Elige algún lugar que te guste, busca información, visítalo, realiza fotos o vídeos y comparte tu experiencia en el blog.


Madrid según... Ana Belén



Llegó
con su espada de madera
y zapatos de payaso
a comerse la ciudad
Compró suerte en Doña Manolita
y al pasar por la Cibeles
quiso sacarla a bailar un vals
como dos enamorados
y dormirse acurrucados
a la sombra de un león
"¿Qué tal?
estoy sola y sin marido
gracias por haber venido
a abrigarme el corazón."

Ayer

a la hora de la cena
descubrieron que faltaba
el enfermo 16
Tal vez
disfrazado de enfermero
se escapó de Ciempozuelos
con su capirote de papel.
A su estatua preferida
un anillo de pedida
le robó en El Corte Inglés
Con él
en el dedo al día siguiente
vi a la novia del agente
que lo vino a detener
Cayó
como un pájaro del árbol
cuando sus labios de mármol
le obligaron a soltar
Quedó
un taxista que pasaba
mudo al ver cómo empezaba
la Cibeles a llorar
y chocó contra el Banco Central.

A la sombra de un león, Ana Belén, 1988.


 

¿Conoces esta canción? ¿Sabes quién es Doña Manolita?¿Conoces otras canciones que hablen de Madrid?
Aquí tienes un vídeo de un concierto de Ana Belén y Joaquín Sabina cantando esta bonita canción.
Yo me paro en Sol ¿y tú?



 

Calle del Bonetillo

Posiblemente el nombre de está calle haga referencia a la primera fábrica de sombreros que hubo en Madrid
y que se estableció en esta calle.


Existe otra interpretación basada en una curiosa leyenda según la cual, aquí vivía Juan Henríquez, clérigo de vida disoluta y amigo del príncipe Carlos, a quien acompañaba en sus correrías y ejercía una gran influencia sobre él, en contra de su padre Felipe II. Por este motivo, el cardenal Espinosa le prohibió reiteradamente que siguiera visitando al príncipe. Como el clérigo hacía caso omiso, el cardenal decidió darle un buen susto organizándole su propio entierro. Y así, una noche en que el clérigo volvía tarde de sus correrías, vio que de su casa salía un cortejo fúnebre, con antorchas y cánticos lúgubres incluidos, que se dirigía a la parroquia de Santa Cruz. Preguntó quién era el muerto y asombrado escuchó responder a varias personas que se trataba de él mismo. Al entrar en su casa vio en una habitación cuatro blandones y una mesa recubierta con un paño negro. Y los vecinos insistiendo que el muerto era el clérigo. A la mañana siguiente pudo comprobar el acta de defunción que había en la citada parroquia y cuando regresó a su casa encontró la puerta cerrada y sellada y, sobre el tejado, su bonete teñido de rojo y clavado en un palo. Al final un familiar le llevó a la cárcel de la Inquisición, en Toledo, donde después de permanecer cuatro años, regresó a Madrid bien corregido.